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SEIS SOMBREROS PARA PENSAR.

Siempre decimos que la etapa más creativa es cuando somos niños, pero como vengo diciendo en posts anteriores, si aplicas herramientas de creatividad podrás volver a ser niño en cualquier momento y ser muuuuy creativo.

 

Para comenzar el bloque de herramientas de creatividad he seleccionado la técnica Seis sombreros para pensar, de Edward Bono, al cual ya te presenté en un post anterior.

 

Seis sombreros para pensar se engloba dentro de las herramientas de creatividad que ayudan a resolver o analizar problemas.

 

Yo la utilizo sobre todo para analizar el problema o diseño desde distintos puntos de vista, porque este es su punto fuerte. Este motor de creatividad consiste en abordar un tema desde seis lados diferentes: la objetividad, la emoción, la negatividad, la positividad, la serenidad y la creatividad.

 

¿Y cómo puedes hacer esto? Muy fácil, consigue 6 sombreros, gorros o gorras de los siguientes colores: blanco, rojo, negro, amarillo, azul y verde. No tienes por qué comprarlos, si rebuscas seguro que encuentras alguna gorra del verano o sombreros de disfraces.

 

Ahora queda decidir si vas a trabajar solo o en grupo. Si es este último caso, te recomiendo que os agrupéis de 6 en 6. En caso de ser más de seis personas en un grupo no recomiendo que haya más de 8 componentes, porque la técnica se vuelve menos efectiva.

 

Tanto si se trabaja solo como si se realiza la sesión en grupo, el sistema es el mismo. Hay que ponerse un sombrero (todos el mismo color) y trabajar sobre el tema desde el enfoque del color correspondiente. Luego cambiar a otro color y así sucesivamente.

 

Lo importante es que una vez que te hayas puesto el sombrero, asumas el rol del color que te ha tocado y abordes el problema sólo desde ese enfoque, ya habrá tiempo para mirarlo con otros ojos.

 

Si tienes el sombrero blanco asume que eres neutral, objetivo. Fíjate sólo en los hechos y en los datos. No puedes aportar ninguna opinión personal.

 

Si estás con el sombrero rojo es el momento de ser emocional, de expresar tus sentimientos, déjate llevar por las emociones que te provoca la propuesta. Haz caso de tus presentimientos e intuición.

 

Con el sombrero negro sobre tu cabeza debes ensalzar tu parte crítica (siempre constructiva no lo olvides) e indicar todos los problemas que veas en ese momento o los que consideres que pueden surgir en el futuro.

 

Ahora le toca el turno al sombrero amarillo, uno de mis favoritos. En este caso busca los beneficios de la propuesta e indica si crees que el proyecto es viable.

 

¿Y qué pasa con el sombrero azul? Pues quien lo lleve puesto debe actuar como moderador del resto de sombreros. Es la autoridad y se encarga de que exista respeto en todo momento, que los turnos de palabra sean equitativos y es el responsable de que la técnica funcione.

 

Ya sólo queda el sombrero verde. Cuando te lo coloques sobre la cabeza debes olvidar inmediatamente tus bloqueos creativos y debes sacar tu parte más creativa. Ofrece muchas alternativas y propón soluciones.

 

Un punto muy importante y que no debes olvidar es que hay que aceptar y respetar todas las ideas, no se permite reírse de ninguna, por muy loca que parezca. Es la base para que cualquiera de las herramientas de creatividad funcione.

 

El sombrero verde es mi favorito, pero si te soy sincera, creo que lo mejor de este tipo de herramientas de creatividad es el conjunto. Si pasas por todos los sombreros entenderás la propuesta de una forma infinitamente mejor que si sólo te quedas con un solo punto de vista.

No existe un orden obligatorio para trabajar esta herramienta, pero es recomendable comenzar y acabar con el sobrero azul. Por un lado para indicar por qué estamos realizando esta técnica, definir el problema a tratar, indicar los objetivos, etc. Por otro lado, para finalizar ayuda a resumir lo que se ha conseguido, analizar las soluciones y emitir una conclusión.

El resto de secuencia de colores depende del uso que se quiera dar. Un orden que saqué del libro de Edward Bono «Seis sombreros para pensar», y que he adaptado con el paso de las sesiones que he realizado, es comenzar con el sombrero azul, luego trabajar con el sombrero blanco (para conocer los datos objetivos), de ahí pasar al sombrero rojo, a continuación ponerse el sombrero amarillo, seguir con el negro , cambiar al verde. Y antes de terminar volver al sombrero azul y, si fuera necesario, al rojo, para saber si estamos contentos con el resultado.

Con la técnica Seis sombreros para pensar lograrás separar tus prejuicios y bloqueos de la propuesta y te permitirá tener una mente más abierta y potenciar tu pensamiento lateral.

 

Pero utilizar sombreros es una opción, puedes buscar cualquier alternativa, como la que propone el equipo Designthinking-gal: ¡gafas para pensar!

 

¿Has utilizado antes herramientas de creatividad de este estilo? ¿Has trabajado alguna vez con Seis sombreros para pensar? Espero tus comentarios.

 

 

 

Soy Ana SanzBlesa.

Facilitadora especializada en Diseño, Creatividad y Retail. Te preparo para que logres diseñar una relación más impactante con tus clientes a través de tu escaparate y de experiencias creativas en tu punto de venta. Llevo más de 20 años diseñando instalaciones comerciales y  9 años como formadora. Ahora incorporo la disrupción para aportar mi granito de arena y que la formación sea más divertida y deseada y así,  convertirse en más eficaz.

No es suficiente con hacer diseños bonitos, hay que tener una estrategia coherente con tu imagen y con los valores de tu    empresa. ¡Te acompaño en esta aventura!